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sábado, 26 de diciembre de 2015

EL TURNO DEL ESCRIBA – Graciela Montes y Ema Wolf

De la época y el argumento. Durante los siglos XII y XIII Génova representó un papel fundamental como centro económico y comercial de primer orden rivalizando con Pisa –a la sazón gran potencia económica del Mediterráneo occidental- y con Venecia. Con su genio mercantil volcado en el comercio marítimo, los genoveses extendieron su domino por Córcega y Cerdeña, y su influencia por buena parte del Mediterráneo oriental. Aunque el máximo esplendor de la República no llegaría hasta el siglo XVI -conocido después como el siglo de los genoveses-, ya en el siglo XIII Génova era un temible adversario que ganaba guerras a pisanos y venecianos y que encarcelaba a sus enemigos para dejarlos languidecer después en un calabozo a la espera de un eventual rescate o un trueque de prisioneros, como era uso y costumbre en la época. En una celda del Palazzo del Mare coinciden Rustichello de Pisa, escribano que alguna vez copió manuscritos para las casas reales más importantes de Europa, ahora amanuense de la Aduana genovesa, y Marco Polo, viajero y mercader veneciano. El primero concibe el sueño de escribir un libro que recoja los fabulosos viajes del segundo, le restituya el favor de los príncipes cristianos y saque a ambos de la prisión.

"El veneciano se demoró perezosamente en el palacio. El recuerdo del magnífico refugio donde el Gran Khan de los Khanes pasaba sus veranos se abrió paso a través de una bruma, pero lo que surgió al final de ella tenía colores brillantes. Polo habló de cámaras doradas cubiertas de esmaltes, muros pintados con pájaros y flores, y de un prado que rodeaba al palacio, repleto de volatería y piezas de caza, práctica a la que el soberano, dijo, era muy afecto. Mostró el Khan cabalgando con un leopardo en la grupa y a la fiera satando sobre un ciervo que serviría de alimento fresco para sus halcones y gerifaltes. Le habló de las diez mil yeguas del Khan, todas blancas como la nieve, a cuyo paso se apartaban incluso los barones del imperio, y cuya lecha podría beber sólo quienes tuvieran sangre de reyes".


Graciela Montes y Ema Wolf, del mar a la navegación por la Web











-¿Dónde encontraron a messer Rustichello, el escriba?
Ema Wolf: -En el prólogo mismo del libro de Marco Polo. Es un personaje que ya está allí, sólo que nadie había reparado en él. La figura poderosa, conocida, sobre la que se escribió muchísimo es la de Polo, pero Rustichello es un personaje histórico. Es real y se sabe algo de él. No mucho: que era un amanuense, un copista, un hombre que refritaba historias de caballería y las copiaba a pedido de los reyes -quizá, incluso, "metiendo mano"- y que había estado por el sur de Italia.

Graciela Montes: -Se sabe también que existió el encuentro entre Rustichello y Marco Polo y que Polo le dictó el texto. Lo que se infiere es que los dos estaban cautivos, uno por la batalla de Meloria y otro por la batalla de Curzola. La mayoría de las versiones dicen que estuvieron juntos en el Palazzo del Mare, algunos dicen que fue en la prisión de Malapaga: son conjeturas. Nosotros hemos ido eligiendo, construyendo y saldando los huecos con mundos imaginarios.

http://www.hislibris.com/el-turno-del-escriba-graciela-montes-y-ema-wolf/
http://www.lanacion.com.ar/697749-ema-wolf-y-graciela-montes-marco-polo-y-sus-narradores

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