Alejandra Pizarnik

De la Ultima inocencia (1956)
Salvación

Se fuga la isla.
Y la muchacha vuelva a escalar el viento
Y a descubrir la muerte del pájaro profeta.
Ahora
Es el fuego sometido.
Ahora es la carne
La hoja
La piedra
Perdidas en la fuente del tormento
Como el navegante en el horror de la civilización
Que purifica la caída de la noche.
Ahora
La muchacha halla la máscara del infinito
Y rompe el muro de la poesía.

http://biblioteca.idict.villaclara.cu

http://cvc.cervantes.es/ACTCULT/pizarnik/biografia.htm

http://pizarnik.iespana.es/

Poemas de Lydia Raquel Pistagnesi: No a la guerra

Poemas de Lydia Raquel Pistagnesi: No a la guerra

Osvaldo Bayer

``En la Historia siempre triunfa la ética´´.

Osvaldo Bayer
http://http//www.pagina12.com.ar/diario/principal/diario/index.html

Eduardo Galeano

``Es más divertido ser voz que eco y ser cuerpo que sombra´´.
Eduardo Galeano

Juana de Ibarborou

La fecha de nacimiento de Juana que aparece, comúnmente, en diccionarios y antologías (8 de marzo de 1895), no es exacta. Coincide en lo que se refiere al día y al mes que se menciona; pero no, al año. Otro -1892- es el que registran los documentos.

Cuando José Pereira Rodríguez, miembro de la Academia de Letras del Uruguay solicitó a la escritora que le precisara tales datos, con destino a un estudio preliminar que acompañaría la reedición de Chico Carlo, para Kapelusz, ésta le dijo: ``Dios está mejor enterado que yo´´.

Fuente: Pickenhayn, Jorge Oscar. Vida y obra de Juana de Ibarborou. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires - 1980

www.larepublica.com.uy/.../images/301859_14.gif

Alfonsina Storni

Yo en el fondo del mar

En el fondo del mar

hay una casa

de cristal.

A una avenida

de madréporas,

da.

Un gran pez de oro,

a las cinco,

me viene a saludar.

Me trae

un rojo ramo

de flores de coral.

Duermo en un cama

un poco más azul

que el mar.

Un pulpo me hace guiños

a través del cristal.

En el bosque verde

que me circunda

-din don... din dan-

se balancean y cantan

las sirenas de nácar verdemar.

Y sobre mi cabeza

arden, en el crepúsculo,

las erizadas puntas del mar.